Los tratamientos termales se muestran eficaces para enfrentar la pandemia


Los tratamientos termales se muestran eficaces para enfrentar la pandemia

La eficaz respuesta de los tratamientos termales y del el calor en las vías respitatorias, que favorece el aclaramiento mucociliar desactivando el virus en su puerta de entrada, ha sido puesta de manifiesto en todos los estudios recientes sobre la COVID-19, impulsando una nueva imagen para el sector.

El número de balnearios en funcionamiento distribuidos por todo el país supera ampliamente el centenar y, en el actual contexto actual de la pandemia, que el agua no sea un medio portador de la propagación del coronavirus supone una ventaja importante. El virus que produce Covid-19 no vive ni se reproduce en el agua y tampoco en los mineromedicinales que caracterizan los balnearios ni tiene la capacidad de hacerlo.

La pandemia de Covid-19 que ha producido una situación inédita en el mundo y especialmente en el sector turístico ha generado además por las medidas de confinamiento promovidas en todo el mundo en mayor o menor medida efectos que han afectado a la calidad de vida y al bienestar de una gran parte de la población mundial.

El gran número de secuelas que está produciendo la infección de Covid-19 se había mantenido en un segundo plano mientras la mortalidad era elevada, pero con el descenso de la presencia en UCIS y la mortalidad misma, las miradas se han vuelto hacia esos síntomas que se observan durante una infección compatible con COVID- 19 y que en algunos casos continúan durante bastante más de 12 semanas sin explicación diagnóstica alternativa. Se trata del conocido como Síndrome Post-Covid 19 o Covid Prolongado o Permanente que ya está reconocido por la OMS en la Clasificación Internacional de Enfermedades.

Unos síntomas que van de la fatiga o debilidad muscular a la secuelas respiratorias en primer lugar y de forma más destacada, pero que también se centran de manera destacada en transtornos del sueño, ansiedad, depresión e incluso pérdida del cabello, sin olvidarse de los conocidos transtornos en el olfato y el dolor constante en las articulaciones.

Finalmente, la enfermedad ha generado dolencias y secuelas de otros tipos en los sectores que han tenido más cercana la lucha contra la enfermedad, como el personal sanitario, que presenta síntomas de agotamiento y estrés postraumático o la población general que presentaba cuadros clínicos como diabetes, hipertensión, osteoporosis, trastornos cardiovasculares y problemas oncológicos no tratados, que han visto empeorar con el confinamiento esos cuadros.

Como consecuencia los balnearios y establecimientos termales en general se han convertido en lugares óptimos para la evaluación, tratamiento y rehabilitación de estas secuelas y la creación hábitos de vida saludables, potenciados por el hecho de que se encuentran además enmarcados en entornos naturales, que potencian los recursos terapéuticos particulares que tienen a su disposición, como son el clima y las aguas mineromedicinales.

Los servicios principales que ofrecen ante la situación las villas termales pasan en primer lugar por las ofertas de agua mineromedicinal o mineral natural como elemento diferenciador, unidos al entorno natural donde se ubica la mayoría de villas termales. La pandemia ha puesto en evidencia el carácter sanador de las actividades al aire libre frente a los entornos urbanos y ha magnificado la importancia de las técnicas de tratamientos poco agresivas y bien toleradas del termalismo, especialmente útiles para la recuperación de patologías crónicas.

Como el coronavirus afecta principalmente al sistema respiratorio, los tratamientos respiratorios, basados ​​en inhalaciones o gárgaras, que estimulan el sistema inmunológico y limpian el sistema respiratorio se han manifestado como herramientas indiscutibles para preparar el cuerpo para afrontar un contagio de Covid-19. Y, al mismo tiempo, las curas basadas en procedimientos termales se ha recomendando en los procesos de recuperación de la enfermedad, además de fortalecer acciones preventivas.

Las terapias termales han demostrado una eficaz respuesta hormonal contra el estrés y contra la cubierta lipídica del virus que se magnifica en sus ambientes cálidos y húmedos que dificultan la propagación de aerosoles. Y, por supuesto, el calor en las vías respitatorias favorece el aclaramiento mucociliar desactivando el virus en su puerta de entrada, como han puesto de manifiesto todos los estudios recientes sobre la COVID-19 como los de Marc Cohen (“he Benefits of Hydro-Thermal Therapies for Building Health and Resilience”) o el de Sinan Kardes titulado “Spa therapy (balneotherapy) for rehabilitation of survivors of COVID-19 with persistent symptoms” (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33387940).