La Villa Termal cacereña de Montánchez se sitúa al pie de la sierra que lleva el mismo nombre. Su pasado y presente termal está ligado a las Fuentes del Trampal, conocidas desde tiempos inmemoriales por los habitantes de la zona, y que posee la particularidad de estar incluida en el municipio a través de la Encomienda de Montánchez, pero separada físicamente de éste, ya en los límites de la provincia de Badajoz.
Su tierra elevada a mil metros de altitud divide las cuencas del Tajo y del Guadiana y marca geográficamente el centro de la región, por ello es conocido como “El balcón de Extremadura”.
La historia de este municipio se relaciona con las turbulentas guerras y dominaciones entre musulmanes y cristianos, dejando como prueba de ello el espléndido castillo almohade, reformado posteriormente por la Orden de Santiago que vigila y protege al municipio